Chapter Text
El sonido de los charcos al ser pisados era lo único que se escuchaba aquella noche, Izuku caminaba sin mucha emoción, tenía una misión importante esa noche, era una mierda lo bajo qué había caído.
Se detuvo bajo una cornisa, debía esperar a que su objetivo saliera de aquel restaurante.
Mientras esperaba, repaso su vida, quien era Izuku Midoriya?
Un sigma con mayor carga omega qué sentía su mundo dividido eternamente en dos, un joven de 25 años que una vez soñó con ser un héroe, un pobre idiota qué debía pagar una deuda de sangre y por ello se volvió el más grande ladrón de todos los tiempos.
Nunca deseo ser "viper" Siempre quiso ser un héroe, portar un traje y dar seguridad, aún soñaba con cambiar su vida, con ser capas de decirle a All might qué lo admira, estar en las mismas ligas qué héroes de su edad de gran importancia como Shoto, Dynamigth, RedRiot, Creati, Uravity, Chellophane, pero sabía bien qué los sueños son eso, creaciones de su propia cabeza qué jamas pasaran.
Miro sus manos, cuanto dolor había causado con ellas, ese era el precio para mantenerse en el puesto que tenía, ser un ladrón no solo es robar, es saber defenderse y de vez en cuando llevarse alguna vida.
El no siempre fue así. Una vez fue un niño radiante y feliz.
Aun recuerda el dia en que todo comenzo a cambiar, pero mas aun, el dia que de verdad ya nada fue igual.
❈—Flashback—❈
✵𝗠𝘂𝘀𝘂𝘁𝗮𝗳𝘂 15 𝗮ñ𝗼𝘀 𝗮𝘁𝗿𝗮𝘀✵
Jugaba en su habitacion, su madre limpiaba la cocina y su padre salio a trabajar como cada Miercoles, quiza ese dia llegaria tarde, últimamente eso pasaba, y cuando estaba en casa, se abrazaba a su mamá y ella le repetia que todo estará bien, no fue hasta años mas tarde que se dio cuenta que ese miercoles por la mañana fie la ultima vez que vio a su papá.
No entendia por que sus padres se portaban asi, solo sabia que las cosas fueron dificiles desde que su abuelo habia fallecido unos meses atras.
Y un dia, su padre no volvio. Lo esperaron dia y noche por una semana, nada. Hasta que la puerta de casa fue golpeada con fuerza. Gritos lo despertaron, era muy tarde, quiza mas de media noche.
Inko lloraba a mitad del salon de su hogar, unos hombres la apuntaban con algo, todo paso tan rapido pero su pequeña cabeza lo grabo todo.
Izuku vio el destello y luego el cuerpo de su madre caer, la sangre rodeo a la peliverde, una mano se cerro contra su brazo y apreto con fuerza. Ese dia Izuku midoriya paso a ser parte de los pagos de los Yakuza.
Lo entrenaron, se volvio el mejor solo para evitar mas torturas, ya nada tenia sentido en su vida, de que servia pelear contra lo que era ahora.
Y entonces la liga de villanos y los Yakuza se unieron, Shigaraki era el omega de Kai y eso hizo que todo se volviera más peligroso.
Y supo que ya no podía seguir ahí. Una última misión y desaparecería.
❈—Fin del flashback—❈
Un movimiento a su izquierda lo saco de su cabeza.
No era lo que esperaba así que se volvió a relajar, no lo suficiente para volver a perderse en su cabeza pero si lo suficiente para poder pensar en su niñez nuevamente
Alzó la vista al cielo, estaba encapotado, olía a lluvia, quizá en un par de horas lloverá, mientras seguía buscando recuerdos en el cielo, sus ojos cayeron en un espectacular, una foto de Dynamigth, promocionaba una especie de perfume según vio.
Katsuki lo recordaría? Eran muy jóvenes la última vez que se vieron, tenían a penas 10 años.
Vaya, quince años desde que jugaba en el parque frente a los departamentos donde vivía con aquel cenizo y ambos soñaban con ser héroes, si tan solo todo hubiera sido bueno, ellos realmente trabajarían juntos?
Otro movimiento, ahí estaba su objetivo.
Un científico reconocido por sus aportes a lo que se sabe de los quirks, había leído todo lo que publico, interesante a decir verdad, pero nada que nadie no supiera.
Sin embargo, él tenía en su más oscuro rincón del laboratorio un suero, una forma de llevar un quirk a su máximo potencial, el santo grial qué Tomura, Kai y Afo deseaban.
Su misión era llevar al doctor con él, sin embargo haría algo antes de ello.
Siguió al alfa hasta su hogar, entro por un ventanal sin llamar la atención ni activar la alarma.
—Te daré dos opciones— susurro detrás del alfa— me llevas a tu laboratorio y me das el suero, o te asesino aquí.
El hombre se giro, lo único que vio fue una esbelta figura con curvas abrazadas por ropas negras y sobre el rostro una máscara negra, el cabello blanco contrastaba con lo negro de la ropa.
—No te daré nada, no dejaré que eso caiga en manos peligrosas.
—Te prometo que mis manos serán lo menos peligrosas comparadas a las qué quieren tenerlo, te propongo algo—avanzó hasta quedar cerca de él y quito su máscara—AFO, los Yakuza, la liga de villanos, el frente paranormal y muchos grandes villanos desean ese suero, y te mataran si es necesario, yo no lo quiero usar, no quiero que llegue a sus manos, lo escondere y te ayudare a salir del país, pero debes confiar en mi.
—Me amenasaste de muerte—señaló el científico.
—lo siento, mira yo no tengo nada que perder, no tengo familia, tú en cambio tienes un cachorro recién nacido y un omega qué te espera—Susurro Izuku—El gobierno puede darte protección.
—Lo harán solo si saben que los villanos estan detrás de algo como lo que tengo
—exacto, haré lo necesario para que parezca un robo, puedes avisar que tu laboratorio fue saqueado, o lo que me pidas hacer, solo trabajemos juntos— Pidió Izuku.
Aquel alfa lo pensó tanto que por un momento Izuku creyó qué no aceptaria.
Pero lo hizo, planearon a detalle lo que harían, el gobierno se entraría, sacarían al doctor de ahí y nadie llegaría a esas pruebas.
Todo se pensó con detalle, paso a paso en múltiples encuentros por una semana.
—El gobierno me matara, me pidieron copia de cada uno de mis documentos, no dejaran qué me vaya susurro angustiado el hombre.
Izuku conocía a alguien, un omega qué le debía varios favores—podré sacarlos de aquí pero debes cambiar tu nombre y quien eres.
El hombre miró a Izuku y asintió.
—El gobierno querrá usar eso para hacer soldados, no mes daré todo completo, pero confío en ti— suspiro y entrego cada papel que contenía información— confío en que no lo usaras para mal, es mi forma de pagarte el qué me ayudes a poner a mi familia a salvo.
Ese fue el último día que alguien supo del doctor Furota Kotaro. Aunque Izuku si mantendría contacto con Yoshida Kiro.
Tambien fue la última vez que se supo de Viper.
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Había pasado más de un año desde que aquello ocurrió, vivía en un modesto departamento, su cabello ahora era verde y no blanco, era Nakamura Izuku, ya no más Midoriya, un beta, sin aroma, sin celos y sin quirk.
O eso era lo que todos creían, el doctor Kotaro le había dado algo que fue lo mejor, un collar, sutil qué tenía pequeñas agujas qué se clavaban en su piel, inyectaba una hormona qué hasta la fecha solo Izuku y él sabían cómo fabricar, no había aroma, no había rastros de su casta, pero no dañaba su cuerpo. Era como si solo mandara a dormir a su lobo, una especie de hibernacion controlada.
Acomodo su camisa, y miró hacía arriba, estaba frente a la agencia de la clase A, un suspiro, un poco de valor y entro.
—Hola soy Nakamura Izuku, vengo a la entrevista para el puesto de asistente—se presento con suavidad, la omega detrás del mostrador lo evaluó y sonrió.
—Último piso, el héroe Shoto esta llevando las entrevistas— le indico.
—Izuku?— aquella voz le hizo girar.
—Sero—sonrió y se acercó, el héroe iba llegando de su ronda con Kaminari y Bakugo— es bueno verte.
—Que haces aquí?— pregunto el pelinegro. Había conocido a Izuku cuando este trabajaba en un café cercano a su jugar, le parecía cómodo hablar con el beta, lograron una amistad más o menos buena.
—Vengo por el puesto de asistente, es difícil encontrar un trabajo y con el cierre de la cafetería debo buscar algo más— comento con suavidad
—claro, vamos entonces, hablaré bien de ti
—Gracias Sero.
